EL GRUPO ARGOS

3 marzo 2023

No creo necesario escribir para resaltar la importancia que para Colombia y para Antioquia tiene Grupo Argos. Esto estoy seguro de lo obvio que resulta reconocerlo. Su influencia, su contribución y su importancia para nuestro desarrollo ha sido más que crucial y aunque sus orígenes se relacionan con la industria del cemento podríamos decir que hoy es una gran corporación de negocios que tiene que ver con la infraestructura pública y privada de la nación.

Gonzalo Restrepo López

Aunque sus fundadores nunca imaginaron el tamaño y la importancia que este gran conglomerado alcanzaría en nuestra sociedad, puede decirse que el nombre o bautizo de cualquier actividad de negocios tiene mucho que ver con su origen, con una visión, y de allí vale la pena recordar que Argos, según la mitología griega, era un gigantesco rey representado con 100 ojos, por lo que el aspecto de convertirse en una empresa ordenada y siempre vigilante estuvo desde la génesis en la mente y en la intención de quienes la crearon.

Hoy se trata una organización que agrupa actividades, una empresa multilatina, multinegocio y multipropósito que, de una u otra forma, toca a casi todos los habitantes de nuestro país con sus productos y servicios.

Cementos Argos se ha expandido por el territorio nacional y ha alcanzado otras naciones, convirtiendo ese solo negocio en el líder indiscutible del sector y en uno de los mayores ejemplos de internacionalización del empresarismo privado colombiano en el exterior. Argos con operaciones en Centro América, Estados Unidos, Guayana Francesa, Haití y otras latitudes, es una muestra verdadera de que sí es posible desarrollar en Colombia compañías de talla internacional que exportan no solo un producto físico, sino también administración y talento nacional para mantenerse con éxito y de forma competitiva en sociedades con diferentes características (sistemas tributarios, la formación académica de los ejecutivos, el sistema legal y las costumbres).

Hoy en todos esos mercados Argos opera como una empresa local: se ha incrustado en la cultura y el saber hacer de cada geografía. Podría decir que no creo que casi ningún lector de esta corta nota no tenga cerca o algo que ver con algún producto relacionado con el negocio cementero de Grupo Argos, o que en algún sitio de su hogar o cerca de él, esté siendo parte de su entorno.

Y para dar un paso más, el Grupo pasó a ser el mayor accionista de Odinsa, primero una empresa de construcción e ingeniería de macroproyectos y centros de operaciones, y ahora de concesiones viales y aeroportuarias, que no me cabe la menor duda dejará una marca de excelencia en Colombia y en muchos países de la región. Odinsa habrá de convertirse en un gigantesco operador de proveedores de servicios aeroportuarios que, mucho más allá de los materiales de construcción que dieron origen a la compañía, dará ejemplo en la adopción de las más importantes tecnologías de punta en campos como el transporte y evacuación de pasajeros, identificación digital, flujos transnacionales, migraciones, seguridad y muchos otros. Adicionalmente y sumados a la infraestructura de las grandes canteras de desarrollo como el programa de la 4Gs y 5Gs, aportarán de manera importante para hacer de Colombia un país menos costoso, más desarrollado en logística y más confiable en sus movimientos y tiempos.

Finalmente, y concentrándome en solo en sus actividades más establecidas, no podemos dejar de mencionar a Celsia, empresa brillantemente conducida por el doctor Ricardo Sierra Fernández que avanza a pasos de gigante en la producción de energías limpias para Colombia y que desde sus primeros pasos, con el doctor Juan Guillermo Londoño Posada a la cabeza, figura entre las principales en su género en nuestro territorio. A leguas puede verse que el equipo de trabajo de Celsia es muy eficiente, descomplicado, abordable y sencillo, que son algunas de las características de los equipos ganadores.

De una forma u otra podría decir que todos los colombianos somos accionistas del denominado hoy Grupo Argos, incluido el gobierno, pues éste provee al país de productos esenciales para su subsistencia, movilidad y desarrollo primario, y, en adición, lo apoya con sus fundaciones, la formación de talentos de altas competencias y no pequeños aportes de recursos en moneda extranjera, además de otros múltiples, todos saludables, para la economía y los habitantes de Colombia.

Antes de despedirme quisiera dedicar unas palabras para resaltar la construcción en años muy difíciles y el enorme impulso que diera a Grupo Argos el doctor Adolfo Arango, hombre culto de empresa, de arte y de familia, sin quien estas palabras previas no estarían hoy en el papel.