Fundación Grupo Argos

Más de 270 personas en la Alta Guajira recibirán viviendas que exaltan su cultura indígena

26 mayo 2025
  • La construcción de las 30 viviendas comenzó en julio de 2024 y se prevé que finalice en el primer semestre de 2025. Están siendo edificadas con materiales naturales y locales, bajo un modelo que busca responder a las condiciones del territorio y respetar la cultura de sus habitantes.
  • Con esta alianza, más de 270 personas de las comunidades indígenas Kayuswaaralu y Naleep, en la Alta Guajira, tendrán acceso a una vivienda digna tras perder sus hogares por el paso del huracán Julia en 2022.
  • El proyecto Miiroku es posible gracias al trabajo conjunto de la Fundación Grupo Argos; Cementos Argos con su emprendimiento social Casa para Mí; la Fundación Santo Domingo; Grupo AVAL a través de la Fundación Corficolombiana y el Gobierno Nacional por medio de Fonvivienda.

Antes de finalizar el primer semestre del año, más de 270 personas de las comunidades indígenas Kayuswaaralu y Naleep, en la Alta Guajira, podrán disfrutar de viviendas nuevas que mejoran su calidad de vida gracias al proyecto Miiroku, producto de la alianza entre la Fundación Grupo Argos; Cementos Argos con su emprendimiento Casa para Mí; la Fundación Santo Domingo; Grupo AVAL, a través de la Fundación Corficolombiana; y el Ministerio de Vivienda. Miiroku combina soluciones habitacionales dignas con prácticas de construcción sostenibles y que exaltan la identidad cultural del pueblo Wayuú. 

El proyecto, que contempla la construcción de 30 viviendas, ya supera un nivel de avance del 80% marcando un hito en el proceso de transformación social y ambiental de la región, al integrar al territorio viviendas que cumplen con las necesidades y tradiciones de las familias indígenas Kayuswaaralu y Naleep, en la Alta Guajira, y se adaptan a las condiciones climáticas con estructuras que permiten recoger la mayor cantidad de agua lluvia posible, un recurso fundamental y escaso en la región.

“Contemplar en nuestro territorio el resultado de este proyecto, nos transporta a ese gran tejido de voluntades logrado entre el sector público, privado y nosotros como comunidad. Siempre creímos en el resultado de este gran proyecto y hoy podemos corroborar que sí se puede trabajar con los Wayuú cuando los compromisos son pensados para mejorar las condiciones de vida de cada familia”.
Conchita Iguarán,
líder comunitaria

Viviendas diseñadas para respetar las tradiciones
Además de responder a condiciones climáticas y culturales, las viviendas están diseñadas para fortalecer la vida comunitaria. Incorporan espacios amplios como la enramada, donde las familias comparten saberes y tradiciones en torno al tejido, el café y la palabra. Estos espacios duplican las dimensiones previstas para una vivienda prioritaria y permiten preservar costumbres fundamentales del pueblo Wayuú, como el uso del yotojoro, el chinchorro o la hamaca como elementos centrales de la vida cotidiana.